El Acuario de Veracruz es una parada obligada para cualquiera que visite el puerto de Veracruz. Reconocido como uno de los acuarios más grandes de América Latina, este lugar ofrece una experiencia única para todos los amantes de la vida marina.
Ubicado muy cerca de la playa, el acuario recibe a sus visitantes con una hermosa fuente decorada con delfines, ideal para tomarse una selfie y capturar el momento. Justo al lado, también se encuentra el Museo de Cera de Veracruz, lo que añade un atractivo adicional a la visita.
La entrada al acuario cuesta ciento veinte pesos por persona y el recorrido dura aproximadamente cuarenta minutos. A lo largo del trayecto, podrás admirar una amplia variedad de especies de peces. Sin embargo, lo que más nos impresionó fueron los tiburones, que nadan majestuosamente en sus enormes tanques.
Durante el recorrido, está permitido tomar fotos, siempre y cuando no se utilice flash, para proteger a los peces. El acuario es bastante amplio, lo que permite un flujo rápido de personas sin aglomeraciones. Además, en varios puntos del recorrido, los trabajadores del acuario pueden tomar fotos de los visitantes, que luego se pueden adquirir a diferentes precios al final del paseo.
El recorrido culmina con la exhibición de especies como focas y pingüinos, que sin duda son un deleite para grandes y chicos. Este acuario es, sin duda alguna, uno de los más impresionantes que hemos tenido el placer de visitar.